Un viaje a través de la historia

Ubicado en San Cristóbal, el Palacio Manco Capac de Ananay Hotels ofrece un viaje inmersivo a la historia peruana. Alojado en una residencia republicana del siglo XIX maravillosamente conservada, nuestro hotel boutique ha sido cuidadosamente restaurado para honrar su rica historia, mientras ofrece comodidades modernas.

El hotel consta de dos casas distintas, cada una con diez habitaciones diseñadas con esmero. Una refleja la elegancia de la era republicana con su arquitectura colonial, mientras que la otra, del siglo XX, fusiona influencias contemporáneas y tradicionales. Ambas ofrecen una atmósfera refinada y una gama completa de servicios para garantizar tu máximo confort.

Palacio Precolombino

En el antiguo barrio inca de Qolqampata se encuentran las ruinas de un palacio atribuido a Manco Cápac, el legendario fundador del Imperio Inca. Aunque los historiadores debaten las fechas de su gobierno, se estima que vivió a inicios del siglo XIII. El palacio pudo haber pertenecido a su panaca, Chima Panaca, posiblemente desde el reinado de Pachacútec. Siglos después, el emperador Huascar también habría sido propietario del lugar, además del palacio Amarukancha.

Fundo Colonial

Durante la República, el lugar fue conocido como fundo Qolqampata por su actividad agrícola y un bosque de eucaliptos. En el siglo XIX, la familia Gonzales Béjar fue propietaria hasta perder la finca por deudas. En 1898, el inmigrante italiano César de Luchi Lomellini Pedamonte la compró y prosperó gracias a su casa comercial en Cusco. También fue pionero en la industria, fundando en 1913 la primera empresa eléctrica de Cusco y luego incursionando en el sector textil.

Iglesia Colonial

A comienzos de la colonia, el Palacio de Qolqampata pasó a Paullu Topa Yupanqui, hermano de Huascar, tras ser designado Inca por los españoles. Convertido al cristianismo como Cristóbal, construyó la iglesia de San Cristóbal, dando nombre hispano al barrio. Su hijo Carlos Inca Yupanqui y su nieto mestizo Carlos Melchor vivieron en el palacio, hasta que este último fue enviado a España por orden del rey, donde murió en 1610. La falta de herederos varones legítimos y el exilio forzado debilitaron a la élite inca, culminando con su pérdida total de poder tras la independencia.

Fundo Colonial

Durante la República, el lugar fue conocido como fundo Qolqampata por su actividad agrícola y un bosque de eucaliptos. En el siglo XIX, la familia Gonzales Béjar fue propietaria hasta perder la finca por deudas. En 1898, el inmigrante italiano César de Luchi Lomellini Pedamonte la compró y prosperó gracias a su casa comercial en Cusco. También fue pionero en la industria, fundando en 1913 la primera empresa eléctrica de Cusco y luego incursionando en el sector textil.

Iglesia Colonial

A comienzos de la colonia, el Palacio de Qolqampata pasó a Paullu Topa Yupanqui, hermano de Huascar, tras ser designado Inca por los españoles. Convertido al cristianismo como Cristóbal, construyó la iglesia de San Cristóbal, dando nombre hispano al barrio. Su hijo Carlos Inca Yupanqui y su nieto mestizo Carlos Melchor vivieron en el palacio, hasta que este último fue enviado a España por orden del rey, donde murió en 1610. La falta de herederos varones legítimos y el exilio forzado debilitaron a la élite inca, culminando con su pérdida total de poder tras la independencia.

Hotel Boutique

En 2015, Ananay Hotels comenzó a operar parte del antiguo Palacio de Qolqampata como el Hotel Palacio Manco Cápac, en honor a su legendario primer propietario. Las habitaciones fueron restauradas con esmero y decoradas con antigüedades que evocan la historia del lugar, incluyendo la famosa "Cama de Bolívar". Ananay actúa como curadora del sitio, preservando su herencia mestiza y ofreciendo una experiencia única. En 2016, TripAdvisor lo reconoció como uno de los 25 mejores hoteles boutique del mundo y el primero de Sudamérica.

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